Los tres legisladores cubanoamericanos por el Partido Republicano del Sur de Florida —Mario Diaz-Balart, María Elvira Salazas y Carlos A. Giménez— votaron en contra de una propuesta en la Cámara de Representantes, que elevaría 21 años la edad para comprar un fusil de asalto tipo militar, similar al utilizado en la masacre infantil de Uvalde, Texas.
Los legisladores aprobaron la medida (228-199) para incluirla en un conjunto de normas destinadas a regular la venta y el uso de las armas de fuego que habían sido aprobadas antes por la Comisión Judicial de la Cámara.
En Estados Unidos, para comprar una simple cerveza hay que tener 21 años. Elevar a igual edad el requisito para la compra de un arma tan mortífera como un fusil de asalto es de un elemental sentido común. Claro que ello afectaría el negocio en general, y el dinero en específico, de los fabricantes de armas y la Asociación Nacional del Rifle. Intereses y dinero en los que coinciden con dichos legisladores. Por ello, estos votaron en contra y están a favor de vender un arma a cualquier menor.
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