Lo peor con DeSantis es que uno, aunque no le guste, a veces tiene que darle la razón al gobierno cubano cuando él habla. Es lo peor de DeSantis, bueno es un decir.
Dice DeSantis en su cuenta de Twitter:
“The Communist Regime in Cuba has cooked up a new scheme – asking U.S. residents for “private-sector” investments. In Cuba, citizens have no property rights, and all businesses are state-run”.
No gobernador, en Cuba sí hay derechos de propiedad y no todos los negocios son administrados por el Estado.
Durante el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) y en su discurso de inauguración, el entonces presidente de Cuba y Primer Secretario del PCC, Raúl Castro, estableció: “Las cooperativas, el trabajo por cuenta propia y la mediana y pequeña empresa privada no son, por su esencia, antisocialistas ni contrarrevolucionarias”.
Las Cooperativas de Producción no Agrícola y de Servicios (CNA), introducidas de forma experimental en 2013, tienen personalidad jurídica y son una forma colectiva de propiedad. En algunas los socios son dueños de todo, en otras el Estado mantiene la propiedad del terreno y los edificios, al par que cede el uso y explotación del negocio a través de un contrato de arriendo por 10 años (renovable).
El VII Congreso del PCC de 2016 reconoció la existencia de la propiedad privada sobre “determinados medios de producción”, con “el incremento del sector no estatal de la economía”, aunque destacó que “no se permite la concentración de la propiedad y la riqueza en personas naturales o jurídicas no estatales”.
Por supuesto, el sector no estatal económico está regulado por un cuerpo legal de normas, existentes en cualquier país, aunque en Cuba muchas de estas formas han constituido una camisa de fuerza al desarrollo; camisa de fuerza que a veces es afloja o aprieta, según aumente o se alivie temporalmente la perenne crisis económica.
Aunque cabe argumentar de que una fundamentación de este tipo no cabe en un tuit, pero tampoco debería caber una mentira flagrante.
Si el gobernador emite su criterio en contra de una nueva medida económica del gobierno cubano, no debería tener que limitarse una visión típica de la guerra fría y de los “muñequitos” de los “Halcones Negros”. No sé, pero a veces uno tiene la ilusión vana de quienes nos gobiernan son un poco más inteligentes.
Claro, siempre queda el recurso de decir que los comunistas son malos, malos, muy malos, y los castristas aún peores; y que todos mienten a cada momento. Pero ello, gobernador, es demagogia, y no hay que agregar barata, muy barata, para evitar el pleonasmo.
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