lunes, 17 de octubre de 2022

Cuando Courbet y Berlioz no se entendieron

Fue gracias a la mediación de Francis Wey, un gran amigo de Berlioz, que el músico accedió a posar para un retrato en el estudio de Courbet en 1850.
Courbet debió estar encantado con tal oportunidad. Berlioz, que entonces rondaba los cuarenta y cinco años, era una figura importante en el panorama artístico, y era un buen amigo de Víctor Hugo, a quien Courbet admiraba.
Sin embargo, la reunión no fue un éxito. Berlioz era un hombre reservado, que se ofendía con facilidad. Courbet, por su parte, se enorgullecía de su habilidad musical y aprovechó la presencia del compositor para demostrar sus dotes de cantante. “Durante las sesiones”, relata Georges Kial, “[A Courbet] se le ocurrió cantar sus canciones, ‘lamentos desafinados’ [...] y ofrecerlas como ejemplos de música popular. Al principio, Berlioz pensó que era una broma; luego, al darse cuenta de que para Courbet no era nada por el estilo, lo tomó por un idiota”.
No sabemos si fue su molestia por esto lo que hizo que Berlioz rechazara el retrato una vez terminado.
La obra se inscribe en la tradición pictórica, destacando el rostro sobre un fondo oscuro. También se inspira en la imagen romántica del músico melancólico. Pero hay que decir que Courbet no presentó una imagen halagüeña del compositor. Hizo que Berlioz pareciera mucho mayor; el pintor no hizo ninguna concesión por su rostro demacrado. Fiel a sus principios, Courbet tomó “la verdadera imagen del rostro de la modelo”, sin pretender dar al cuerpo delgado y nervudo de Berlioz la grandilocuencia de sus composiciones. Nadar, por otro lado, en una fotografía muy posterior, creó un retrato monumental de Berlioz, utilizando el dispositivo de un abrigo amplio y grueso.
A pesar de todo, Courbet estaba bastante apegado a la pintura, como lo demuestra su presencia en las exposiciones privadas del artista en 1855 y 1867. Todavía exhibido regularmente después de la muerte del pintor, este retrato se ha convertido, irónicamente, en la imagen más famosa de Berlioz.
Fuente: Dossier Courbet. Musée d'Orsay.

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