sábado, 8 de octubre de 2022

De la escultura como gesto operático


Niccolò dell'Arca trasciende aquí el significado religioso para entrar en una humanidad de mueca y alboroto; lo humano del aspaviento más allá del sobrecogimiento ante lo divino; sin asomo de la pietà o la ilusión y alborozo de una cercana resurrección: solo dolor y muerte. En la forma lo ayuda mucho el material seleccionado —la terracota— y la influencia del gótico flamenco. Es una muerte muy humana, demasiado humana para el altar. Pero ahí está. Aunque llega a la iglesia por lo teatral y no por lo humano. Y así se comprende su verdadera esencia y significado. 

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