martes, 3 de enero de 2023

Mal nacido


El proceso iniciado con la llegada al poder de Fidel Castro en Cuba es como esos hijos de familia que de chiquitos son malcriados y gritones, luego van a la escuela y suspenden y repiten grados y mientras tanto se convierten en rateritos; luego, entre lágrimas, presiones y rezos, los mandan al reformatorio y de allí salen más malos y drogadictos y en poco tiempo tienen una o dos muerte arriba; convierten a la hermana en puta, y además de acuestan con ella; se van de la casa y del barrio, para supuesto alivio de otros, y pasan veinte o treinta años sin que se sepa mucho de ellos, pero con la certeza de que en cualquier parte, por ahí, andan y que llegará una noticia con un chantaje, una extorsión; pidiendo, suplicando, amenazando para que les manden dinero. Y con la certeza, para la familia, de que la única razón de venir al mando ha sido la de joder a los demás. 

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