miércoles, 8 de febrero de 2023

El desencanto de la chusmería

Recuerdo que décadas atrás en Cuba no bastaba con acatar, obedecer y cumplir, sino que había que ser “combativo”. Es decir, chusma, gritón, alardoso, despreciable al exceso. Saltar y gesticular como un salvaje. Toda muestra de civilidad, cortesía y moderación era considerada debilidad, “blandenguería”; ser pasivo y apático. Con la llegada del Tea Party, los republicanos comenzaron a cultivar con énfasis ese estilo desagradable y grosero. No se puede decir que lo han refinado, sino todo lo contrario: son cada vez más soeces. 

No hay comentarios:

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...