Las palabras de Vladimir Putin contra la rebelión del grupo mercenario Wagner demuestran —una vez más— la mentalidad retrógrada del líder ruso. Putin ha comparado la sublevación de este sábado con la revolución de 1917 que destruyó el Imperio Ruso, “cuando el país estaba librando la Primera Guerra Mundial pero le robaron la victoria”, ha dicho.
Putin agregó: “No permitiremos que esto se repita. Defenderemos a nuestro pueblo y nuestro Estado contra todas las amenazas, incluida la traición interna. Y a lo que nos enfrentamos es precisamente a la traición. Las ambiciones desenfrenadas y los intereses personales han provocado la traición a nuestro país y a nuestro pueblo”.
El discurso grabado de cinco minutos, emitido el sábado por la mañana en los canales estatales, demuestra que el gobernante ruso busca hacer retroceder su país a la época del imperio zarista.
El problema, para Putin, es que se está fundamentando en el peor ejemplo y lo está analizando erróneamente: la revolución de Octubre no fue causa para la derrota rusa en la Primera Guerra Mundial. Todo lo contrario, la revolución bolchevique triunfa precisamente porque la causa bélica estaba perdida.
La Rusia zarista no pierde la guerra por una “traición interna”, sino por su incapacidad bélica, los múltiples errores estratégicos y el desastre del matrimonio monárquico en el poder, que sacrificó inútilmente miles de vidas rusas. Y ahora Putin está repitiendo lo mismo en su guerra estúpida con Ucrania.
Putin agregó: “No permitiremos que esto se repita. Defenderemos a nuestro pueblo y nuestro Estado contra todas las amenazas, incluida la traición interna. Y a lo que nos enfrentamos es precisamente a la traición. Las ambiciones desenfrenadas y los intereses personales han provocado la traición a nuestro país y a nuestro pueblo”.
El discurso grabado de cinco minutos, emitido el sábado por la mañana en los canales estatales, demuestra que el gobernante ruso busca hacer retroceder su país a la época del imperio zarista.
El problema, para Putin, es que se está fundamentando en el peor ejemplo y lo está analizando erróneamente: la revolución de Octubre no fue causa para la derrota rusa en la Primera Guerra Mundial. Todo lo contrario, la revolución bolchevique triunfa precisamente porque la causa bélica estaba perdida.
La Rusia zarista no pierde la guerra por una “traición interna”, sino por su incapacidad bélica, los múltiples errores estratégicos y el desastre del matrimonio monárquico en el poder, que sacrificó inútilmente miles de vidas rusas. Y ahora Putin está repitiendo lo mismo en su guerra estúpida con Ucrania.
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