martes, 31 de octubre de 2023

La crisis en la frontera divide a los demócratas


Los demócratas están chocando nuevamente por la financiación de la seguridad fronteriza, justo cuando la administración Biden busca una nueva inyección de esa financiación como parte de un paquete de ayuda para Israel y Ucrania por valor de $106.000 millones, informa Politico.
Esto ocurre dentro del Caucus Hispano del Congreso (CHC), la voz principal del Congreso para los legisladores latinos que incluye aproximadamente a tres docenas de miembros de la Cámara. La presidenta del CHC, la representante Nannette Barragán (D-Cal), reconoció que su grupo había solicitado que los fondos fronterizos se mantuvieran fuera del enorme paquete de gastos de emergencia de la administración.
“Eso es algo que desearíamos que no hubiera sucedido, y no creo que deba mezclarse con” la ayuda a Israel y Ucrania, dijo, prediciendo que sus miembros se dividirían sobre la solicitud.
El representante Chuy García (D-Ill.) criticó además el financiamiento propuesto en el paquete para alimentos y refugio para migrantes: “Es inadecuado. He dado a conocer mis puntos de vista. Mi esperanza es que aumente”.
La división del CHC sobre la solicitud fronteriza de Biden se produce cuando el grupo ya se está fracturando por el paquete de inmigración bipartidista conocido como “Ley de Dignidad”. Ese proyecto de ley, redactado por las representantes Verónica Escobar (D-Texas) y María Elvira Salazar (R-Fla.), reforzaría la seguridad fronteriza, crearía un camino para que las personas indocumentadas soliciten estatus legal y abordaría los retrasos en las visas, entre otras reformas. .
No está claro si el Partido Republicano de la Cámara de Representantes alguna vez traerá el proyecto de ley al pleno, particularmente bajo el presidente Mike Johnson. Pero la propuesta fue diseñada para mostrar que el punto medio ideológico de ambos partidos aún podría encontrar puntos en común en la frontera, y está en problemas, sin que ningún miembro haya pedido siquiera su respaldo al CHC.
“Los miembros del Congreso deben acudir a nosotros y pedirnos que apoyemos un proyecto de ley. Eso no se ha hecho con ese proyecto de ley”, dijo Barragán.
Las divisiones demócratas están surgiendo en el contexto de furiosas batallas por la solicitud de megaayuda de la Casa Blanca de Biden para Israel y Ucrania, con ese financiamiento adicional para la seguridad fronteriza, sin mencionar cómo evitar un cierre del 17 de noviembre.
Los republicanos de la Cámara de Representantes están dando señales de que esperan que Johnson vincule su proyecto de ley de financiación a corto plazo con las demandas fronterizas. El nuevo presidente de la Cámara ha dicho que buscará “ciertas condiciones” para llegar a un arreglo sobre la financiación federal, pero aún no las ha identificado.
Mientras tanto, los senadores de ambos partidos todavía están averiguando cómo manejar la solicitud del gobierno de aproximadamente $24.000 millones para seguridad fronteriza y ayuda a los inmigrantes.
Demócratas como el líder de la mayoría Dick Durbin (D-Ill) quieren destinar dinero al sistema de asilo. Los republicanos quieren reforzar la patrulla fronteriza y la seguridad fronteriza, argumentando que los cambios de política deberían incluirse en un paquete de gastos de emergencia. 
Ello deja a los demócratas de la Cámara de Representantes todavía tratando de ponerse de acuerdo sobre exactamente qué tipo de financiamiento fronterizo aceptarían. Y también tratar de resolver los desacuerdos a puerta cerrada que han salido a la luz cuando algunos miembros del Caucus Hispano critican partes del paquete de inmigración bipartidista Escobar-Salazar.
La queja de los miembros del CHC se centra en las disposiciones del proyecto de ley bipartidista sobre visas para trabajadores agrícolas y solicitantes de asilo, así como en su financiamiento para barreras fronterizas.
La representante Norma Torres (D-Cal) dijo en una entrevista que “el hecho de que lo peor de lo peor que hay en el Congreso apoye un proyecto de ley no es una excusa para respaldar una mala legislación”.


lunes, 30 de octubre de 2023

El apoyo de Biden a Israel ahora viene acompañado de cierta cautela


Tres días después de que los terroristas de Hamás masacraran a más de 1.400 personas, el presidente Biden ofreció su apoyo al primer ministro Benjamín Netanyahu tras la promesa del líder de Israel de “vengar este día negro” y convertir los escondites de Hamás “en ruinas” desde el aire y sobre el terreno.

“Le dije que si Estados Unidos experimentara lo que Israel está experimentando, nuestra respuesta sería rápida, decisiva y abrumadora”, recordó Biden haber dicho durante una llamada entre los dos líderes el 10 de octubre.

Pero el mensaje del presidente, en el que se unió enfáticamente al duelo que se extendía por Israel, ha cambiado dramáticamente en las últimas tres semanas. Si bien continúa declarando un apoyo inequívoco a Israel, Biden y sus principales funcionarios militares y diplomáticos se han vuelto más críticos con la respuesta de Israel a los ataques terroristas y la crisis humanitaria en desarrollo.

El presidente estadounidense y sus principales asesores todavía se aferran a la esperanza de que la nueva guerra entre Israel y Hamás eventualmente dé paso a una reanudación de las conversaciones sobre la normalización de las relaciones entre Israel y Arabia Saudita, e incluso podría ofrecer cierta influencia para regresar a las negociaciones sobre una solución de dos Estados en la que Israel y Palestina coexistan uno al lado del otro. Netanyahu se ha resistido durante mucho tiempo a tal medida.

“Aunque ahora pueda parecer un poco más ilusorio, todavía creemos que es lo correcto para la región, para el mundo y ciertamente para el pueblo palestino”, dijo John F. Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional. los lunes.

​Pero a corto plazo, los funcionarios estadounidenses se han vuelto más enfáticos al recordar a los israelíes que incluso si los terroristas de Hamás se mezclan deliberadamente con civiles, las operaciones deben diseñarse para evitar bajas no militares. La semana pasada, el secretario de Estado Antony J. Blinken dijo en Naciones Unidas que “deben considerarse las pausas humanitarias”, una medida que Israel ha rechazado.

“Si bien Israel tiene el derecho (de hecho, la obligación) de defenderse, la forma en que lo haga es importante”, dijo Blinken, y agregó que “significa que los alimentos, el agua, las medicinas y otra asistencia humanitaria esencial deben poder fluir hacia  Gaza y a quienes necesitan dicha ayuda”.

El domingo, apenas un día después de que los líderes militares israelíes dijeran que los terroristas de Hamás estaban utilizando un hospital en Gaza como centro de mando, Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional del presidente, fue más directo. Sullivan dijo en el programa “Face the Nation” de CBS que el uso de civiles como escudos humanos por parte de Hamás “crea una carga adicional para las Fuerzas de Defensa de Israel”.

Y añadió: "Esto es algo de lo que hablamos con los israelíes a diario". Luego señaló que los hospitales no eran objetivos militares legítimos justo cuando Israel advertía que otro hospital importante en Gaza debía ser vaciado antes de la siguiente ronda de bombardeos.

Los funcionarios de la administración estadounidense dijeron que el cambio de tono y sustancia ha sido el resultado de la crisis humanitaria en Gaza, que crece sin que se vislumbre una solución inmediata.




jueves, 26 de octubre de 2023

¿Podrá el Partido Republicano enfrentarse alguna vez a las mentiras de 2020?


El republicano Mike Johnson (representante por Luisiana) estaba a horas de ganar la presidencia de la Cámara, cuando un periodista le preguntó sobre el papel fundamental que desempeñó en el esfuerzo por negar la certificación de las elecciones presidenciales de 2020 el 6 de enero.
Siguiente pregunta, respondió.
Si el Partido Republicano podrá alguna vez conciliar su respuesta divergente al 6 de enero no es “la siguiente pregunta”. Es la pregunta que define este turbulento momento político en Washington y más allá: agitado y en marcha justo debajo de la superficie. Hoy en día, todos los caminos conducen a la mentira original de que ganó Donald Trump, informa Politico.
Consideremos que el depuesto presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ascendió a la presidencia gracias a su rápido trabajo para reparar su relación con Trump después de calificar su comportamiento el 6 de enero de “atroz y totalmente incorrecto”. 
No hubo tanta suerte para Jim Jordan (representante por Ohio), cuyo ascenso al mazo encontró la oposición, entre otros, de Ken Buck (representante por Colorado), quien dijo que no votaría por alguien que negó el resultado de unas elecciones presidenciales.
Tom Emmer (representante por Minnesota) duró aproximadamente cuatro horas como tercer candidato del partido. Su esfuerzo fracasó, en gran parte, porque Trump lo atacó por su voto para certificar los resultados de las elecciones del 6 de enero. Johnson, por el contrario, resultaría un presidente de la Cámara aceptable en opinión de Trump, ya que fue el principal arquitecto de un esfuerzo para anular los resultados de las elecciones de 2020 en cuatro estados indecisos.
Con el tiempo, incluso Buck haría la forzada distinción de que las acciones de Johnson fueron diferentes, porque Jordan llevó su desafío al pleno de la Cámara, mientras Johnson desplegó su labor negacionista en los tribunales.
Al mismo tiempo que todo esto sucedía, la cadena ABC informó que el exjefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, a quien el fiscal especial Jack Smith le otorgó inmunidad mientras investiga el intento del expresidente de anular las elecciones, había dicho a los investigadores federales que Trump había sido “deshonesto” con el público después del cierre de las urnas el 3 de noviembre de 2020. Meadows también le había dicho a Trump que las acusaciones de fraude electoral generalizado eran infundadas, según reportó la cadena.



miércoles, 25 de octubre de 2023

Fanatismo, gobierno y leyes



El problema con el representante Mike Johnson, ahora presidente de la Cámara de Representantes, por elección republicana, y tercera posición en el diagrama de poder y mando en este país, es que está destinado —y se le permite— llevar a cabo una labor apostólica, de referencia y guía, de imposición de criterios ideológicos y supuesto pastor moral que no guarda relación alguna con la función para la que supuestamente fue elegido en una sociedad liberal democrática.
Johnson quiere imponer una prohibición nacional del aborto, se opone a los matrimonios del mismo sexo, niega el valor de las urnas para elegir a los gobernantes y simpatiza con dictadores como Putin. Por supuesto que es aislacionista y fanático, que dedica parte de su tiempo al adoctrinamiento religioso y considera ello como una misión a la que vale la pena dedicar su tiempo.
En este sentido, el representante republicano, ahora ascendido a la cumbre en su cámara legislativa, no se diferencia mucho —quizá en sabiduría y talento— a un Lenin, un Stalin, un Mao o un Castro. Si por una parte Estados Unidos rechaza con razón el fundamentalismo islámico, por la otra parte prolifera un sector dentro del republicanismo que busca no solo imponer su ideología extrema y un fundamentalismo religiosos, sino que abiertamente es partidario de medios antidemocráticos, como el rechazo a los resultados electorales, para lograrlo. 
Hasta el momento el país ha logrado sortear el peligro, pero al mismo tiempo no ha podido extinguirlo. El peligro está ahí, presente y peligrosamente en aumento a diario.

Un evangelista al frente de la Cámara de Representantes


El representante Mike Johnson, el poco conocido republicano de Luisiana que fue elegido presidente de la Cámara de Representantes el miércoles, es a la vez un destacado negacionista electoral y uno de los conservadores religiosos más acérrimos de la Cámara, informa The New York Times.
Johnson, abogado y expresidente del conservador Comité de Estudio Republicano, desempeñó un papel fundamental en los esfuerzos del Congreso para anular las elecciones de 2020.
Como cristiano evangélico, votó a favor de una prohibición nacional del aborto y copatrocinó una prohibición del aborto de 20 semanas, lo que le valió una calificación A+ del grupo antiaborto Susan B. Anthony Pro-Life America. 
El día que la Corte Suprema votó para revocar Roe v. Wade, lo celebró, calificándolo de “un día extraordinario en la historia de Estados Unidos al que nos llevó casi medio siglo llegar”. 
Johnson presenta un podcast religioso con su esposa y considera un mentor al representante Jim Jordan de Ohio, uno de los fundadores del ultraconservador House Freedom Caucus.
El año pasado, Johnson presentó un proyecto de ley que prohibía el uso de fondos federales para brindar educación sexual a niños menores de 10 años que incluyeran cualquier temas de identidad L.G.B.T.Q., una propuesta que los críticos llamaron una versión nacional de la ley “No digas gay” de Florida. Johnson calificó la legislación de “sentido común”.
También se opuso a la legislación que exige el reconocimiento federal de los matrimonios entre personas del mismo sexo, un proyecto de ley que fue aprobado con un fuerte apoyo bipartidista tanto en la Cámara como en el Senado. 
Durante mucho tiempo, Johnson se ha opuesto a enviar ayuda a Ucrania.
Su ascenso en la deprimida y dividida conferencia republicana se produce después de tres semanas en las que los republicanos no han podido elegir un presidente, y subraya el giro hacia la derecha del Partido Republicano.
Johnson, que no tiene experiencia en liderazgo de alto nivel y nunca ha sido un presidente de comité poderoso, solo pudo emerger después de que otros tres republicanos lo hicieran. Los nominados antes que él no pudieron reunir suficiente apoyo de la conferencia para ganar el mazo. Y es poco probable que hubiera ocurrido en cualquier otro escenario.

martes, 24 de octubre de 2023

Trump busca descarrilar las acusaciones de subversión electoral


El expresidente Donald Trump ha lanzado un ataque legal multifacético contra los cargos federales que enfrenta en Washington, D.C., derivados de su intento de subvertir las elecciones de 2020, informa Politico.
En tres mociones para desestimar el caso presentadas poco antes de la medianoche, Trump sostuvo que el caso presentado en su contra por el fiscal especial Jack Smith buscaba criminalizar sus opiniones sobre las elecciones de 2020 y sus esfuerzos por presionar a los legisladores estatales y al Congreso.
Trump argumentó que los cargos, que lo acusan de conspirar para obstruir la certificación del Congreso de las elecciones de 2020, conspirar para privar a los estadounidenses de un proceso electoral justo y conspirar para defraudar a los funcionarios gubernamentales que administran las elecciones, “no explican” cómo violó las leyes que está acusado de romper.
Señala que los cargos violan su derecho garantizado por la Primera Enmienda, a solicitar a los funcionarios del gobierno que actúen según sus preocupaciones sobre las elecciones de 2020.
Sostiene que su absolución por parte del Senado en un juicio político días después de dejar el cargo le impide ser procesado por conducta relacionada. 
Añade que las declaraciones del presidente Joe Biden sobre el caso requieren una investigación sobre el procesamiento selectivo, si no el despido total.
Las presentaciones, combinadas con una moción anterior para desestimar el caso citando su “inmunidad” de procesamiento por su conducta como presidente, representan la estrategia completa de Trump para evitar que el caso en su contra llegue alguna vez a un jurado. 
Trump señala repetidamente la naturaleza sin precedentes de los cargos en su contra y dice que los delitos de los que se le acusa no tenían como objetivo criminalizar lo que hizo en su último y frenético intento por permanecer en el poder.
Las mociones de Trump plantean la prueba más reciente para la jueza del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Tanya Chutkan, quien está lidiando con la naturaleza extraordinaria del caso. Trump es el primer expresidente que enfrenta cargos penales, incluidos casos federales presentados por Smith en Washington, D.C. y Florida. Pero es el caso de Chutkan, cuyo comienzo está previsto para el 4 de marzo, el que parece estar a punto de llegar primero al jurado. Y los fallos de Chutkan pueden ser apelados, lo que desencadenaría posibles enfrentamientos legales en el Tribunal de Apelaciones del Circuito de D.C. o incluso en el Tribunal Supremo antes del juicio de Trump.
Chutkan ya ha rechazado un esfuerzo de Trump para forzar su recusación del caso y emitió una orden de silencio destinada a impedir que Trump organice ataques públicos que pudieran manchar al jurado de D.C. o intimidar a posibles testigos. Trump apeló su orden y Chutkan la suspendió brevemente mientras considera sus preocupaciones.
El amplio ataque de Trump a la acusación presenta tres argumentos principales: que los cargos desafían sus derechos de la Primera Enmienda, que está siendo atacado vengativamente por un rival político y que los delitos de los que se le acusa no se alinean con lo que realmente hizo después de las elecciones de 2020.
Por ejemplo, Trump —a través de sus abogados John Lauro y Todd Blanche—  argumentó que el esfuerzo de su campaña por presentar listas falsas de electores presidenciales al Congreso no era un acto de “engaño” o “truco”, lo cual es necesario para demostrar que conspiró para defraudar al gobierno. Más bien, los aliados de Trump anunciaron públicamente sus intenciones de enviar sus listas electorales preferidas al Congreso, mientras se apoyaban en que las legislaturas estatales controladas por los republicanos las reconocerían.
En el centro del argumento de Trump está la afirmación de que criminalizar su comportamiento postelectoral criminalizaría de manera similar la defensa política ordinaria como el cabildeo o la protesta. Los abogados del expresidente citan una opinión recientemente publicada por el Tribunal de Apelaciones del Circuito de D.C. para sostener que Trump no puede ser acusado de intentar “corruptamente” interferir con los procedimientos del Colegio Electoral del Congreso el 6 de enero de 2021, y señalan que la opinión buscaba proteger todas las formas. de incidencia política.
Los fiscales seguramente rechazarán la caracterización que hace Trump de sus actividades como un cabildero político benigno o parte de un esfuerzo por apoyar la integridad de las elecciones. 
Señalan que Trump difundió información deliberadamente falsa sobre fraude electoral para montar una campaña de presión contra los gobiernos estatales y su propio vicepresidente, Mike Pence, en un esfuerzo por defraudar a Estados Unidos.
Sostienen que estaba en la cima de una conspiración criminal que incluía reunir listas falsas de electores presidenciales para avivar un conflicto el 6 de enero, cuando el Congreso se reunió para certificar los resultados de las elecciones, y se rodeó de abogados que elaboraron teorías marginales destinadas a justificar el esfuerzo.
Todo esto, dicen, fue un pretexto destinado a interrumpir la transferencia de poder por primera vez en la historia de Estados Unidos.
Los documentos de Trump hacen poca mención de los seis presuntos cómplices descritos en la acusación, incluidos los abogados Rudy Giuliani, John Eastman, Sidney Powell y Kenneth Chesebro, quienes desarrollaron la estrategia que Trump finalmente desplegó en un esfuerzo por subvertir las elecciones del 6 de enero. 
Los cuatro, junto con Trump, también han sido acusados por fiscales de Georgia de una elaborada conspiración de extorsión destinada a subvertir también las leyes electorales del estado. 
La semana pasada, Chesebro y Powell se declararon culpables de aspectos de su conducta y acordaron cooperar con los fiscales.

Otro abogado de Trump que presionó para anular las elecciones de 2020 se declara culpable


Jenna Ellis, una abogada de la campaña de Trump que trabajó con Rudy Giuliani para presionar a las legislaturas estatales para que anularan los resultados de las elecciones de 2020, se declaró culpable el martes de un delito grave por haber participado en un intento de hacer declaraciones falsas a los legisladores de Georgia sobre fraude electoral.
Ellis es el tercer abogado alineado con Trump en los últimos días que se declara culpable de delitos derivados de las elecciones de 2020, uniéndose a Sidney Powell y Kenneth Chesebro, quienes aceptaron acuerdos para admitir aspectos de los cargos presentados por la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, informa Politico.
Los tres abogados han sido acusados, junto con Donald Trump y muchos de sus otros aliados, de una extensa conspiración para extorsionar. Sus alegatos pueden remodelar el caso contra Trump, proporcionando a los fiscales el testimonio de algunos de sus asesores más cercanos, quienes ahora admiten por primera vez que algunas de sus acciones cruzaron la línea de criminalidad.
“Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, me habría negado a representar a Donald Trump en estos desafíos postelectorales”, dijo Ellis entre lágrimas durante una comparecencia ante el tribunal en Atlanta el martes por la mañana.
Ellis reconoció que ayudó a proporcionar información falsa relacionada con las afirmaciones de Giuliani y otro abogado de Trump de que casi 100.000 votos por correo fueron emitidos de manera fraudulenta, que 2.500 delincuentes votaron ilegalmente, que más de 60.000 menores de edad se registraron ilegalmente para votar y que más de 10.000 los muertos votaron en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020 en Georgia, entre otras afirmaciones. Acordó cooperar con los fiscales en procedimientos futuros, cumplir cinco años de libertad condicional, pagar $5.000 en restitución y escribir una carta de disculpa.
Ellis, de 38 años, se describió a sí misma como un miembro relativamente joven del equipo legal de Trump.
“Confié en otros, incluidos abogados con muchos más años de experiencia que yo, para que me proporcionaran información verdadera y confiable”, dijo Ellis al juez del caso, Scott McAfee. “Lo que no hice, pero debería haber hecho, señoría, fue asegurarme de que los hechos que los otros abogados alegaron como ciertos lo fueran en realidad. En el ritmo frenético de los intentos de impugnar las elecciones en varios estados, incluido Georgia. No hice mi debida labor con la diligencia requerida”.
Después de las elecciones, Ellis viajó a menudo con Giuliani a estados ganados por Joe Biden y presionó a los legisladores republicanos para que designaran listas alternativas de electores presidenciales.
Durante su declaración ante el juez el martes, Ellis aludió a su admisión anterior de tergiversar acusaciones de fraude electoral en un acuerdo que alcanzó con las autoridades de Colorado que disciplinan a los abogados por mala conducta.
Los abogados de Ellis coincidieron con los fiscales en que el delito que ella admitió el martes no era “un delito de vileza moral”. Ese acuerdo, que también forma parte de las declaraciones de culpabilidad de los otros abogados afiliados a Trump, podría ayudarlos a evitar la inhabilitación u otras acciones graves contra sus licencias legales.
Ellis fue una figura destacada en la órbita de Trump en las caóticas semanas posteriores a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020. Aunque no apareció en ningún litigio de la campaña de Trump, estuvo junto a Giuliani mientras presionaban a los legisladores estatales para que acreditaran las acusaciones de fraude electoral en las que ahora Ellis dice ya no creer.
Un fiscal del caso dijo en el tribunal el martes que Ellis no hizo lo que tenía que hacer para verificar la exactitud de la información presentada en una audiencia del senado de Georgia el 3 de diciembre de 2020 y procedimientos similares en otras partes del país.
“Las declaraciones falsas se hicieron con un desprecio imprudente de la verdad y con un desprecio notorio de la verdad y con el propósito evidente de evitar conocer la verdad”, dijo la fiscal Daysha Young.
Cuatro de los coacusados de Trump en el caso de Georgia han llegado a acuerdos de declaración de culpabilidad con los fiscales: Ellis, Powell, Chesebro y un fiador llamado Scott Hall, que estuvo involucrado en una violación postelectoral del equipo de votación en el condado de Coffee, Georgia. 

Palenque: ¿cuándo los gobernantes latinoamericanos dejarán de comportarse como torpes payasos?


Las conclusiones de la Cumbre de  Palenque, México, donde un grupo de naciones latinoamericanas supuestamente discutieron las causas y problemas causados por la inmigración, desde sus países hacia Estados Unidos, serán traídas por el presidente de México, López Obrador, a Washington el 3 de noviembre. Y uno se pregunta: ¿Para qué?
Bueno salvo que se tenga en cuenta ese vicio de AMLO de hacer el papel de líder latinoamericano, de los pobres y de lo que queda de socialismo trasnochado.
Porque más allá del momento de los banquetes, en Palenque lo menos que hubo fue seriedad.
Fue una farsa eso de dedicar el tiempo en acusar —a veces sin mencionarlo por el nombre, de tan pusilánimes que son— a Estados Unidos de provocar la inmigración, cuando los verdaderos culpables son ellos: sus políticas, sus errores, su incompetencia; y en esto da lo mismo que se vistan de izquierdas como de derechas.
Ustedes, gobernantes de Latinoamérica, por lo que han hecho, están haciendo o hicieron quienes lo precedieron tienen toda la culpa de que sus ciudadanos carezcan de esperanza en el país, busquen largarse y se desesperen por no poder sacar a los hijos fuera del lodazal en que ustedes —y los anteriores— han convertido sus naciones.
Lo demás es pedir que les perdonen las deudas, para endeudarse más; solicitar ventajas económicas y políticas que no sabrán aprovechar; y realizar nuevas reuniones para celebrar más banquetes. Si hubieran tenido un mínimo de seriedad en Palenque, hubieran comenzado por presentar sus renuncias. Lo demás, sale sobrando. Salvo el temor de que si lo hubieran hecho, los que llegaría próximos fueran aún peores que ellos.

lunes, 23 de octubre de 2023

El ataque de Hamás cambió los supuestos sobre el conflicto palestino-israelí

El repentino e inesperado ataque terrorista de Hamás a Israel ha sido un golpe demoledor a una serie de supuestos que han definido el conflicto palestino-israelí durante años.
He aquí cuatro paradigmas ahora destrozados, según The New York Times:
Se puede contener a Hamás y gestionar el conflicto
Durante muchos años, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu llevó a cabo una estrategia diseñada para dividir a los palestinos entre Cisjordania y Gaza. Trabajó para debilitar el poder de la Autoridad Palestina, el órgano de gobierno dirigido por el presidente Mahmoud Abbas, al permitir que Hamás mantuviera el control sobre Gaza.
La teoría era que Hamás, apoyado financieramente por Qatar, se concentraría más en gobernar el enclave y podría volverse más moderado a través de esa responsabilidad, al mismo tiempo que se aseguraría de no golpear a Israel con tanta fuerza como para generar una enorme respuesta militar que socavaría su poder. La idea era permitir que los habitantes de Gaza vivieran mejor y así incentivar a Hamás a mantener una calma relativa.
En la práctica, eso significó que Israel permitió que Qatar financiara al gobierno de Hamás, al tiempo que proporcionaba electricidad y agua, alimentos y medicinas esencialmente gratuitos para que la población pudiera sobrevivir. Israel permitió que un pequeño número de habitantes de Gaza trabajaran en Israel, pero, junto con Egipto, mantuvo a la mayoría de la población encerrada dentro de lo que muchos llamaron “una prisión al aire libre”.
Israel es invencible y mantiene una superioridad militar
Israel posee lo que se considera ampliamente el mejor y más sofisticado ejército de Medio Oriente, con el compromiso estadounidense de mantenerlo tecnológicamente más avanzado que el de cualquiera de sus adversarios. Como su principal preocupación era una posible guerra con Irán, los israelíes estaban convencidos de que tenían buena información de inteligencia sobre Hamás en toda la pequeña Gaza y, con ayuda estadounidense, buena información de inteligencia sobre Irán y Hezbolá.
Si bien los terroristas de Hamás cuentan con una tecnología militar relativamente inferior a la de Israel, utilizaron drones y su propia inteligencia para vulnerar la frontera supuestamente invencible de Israel, que estaba repleta de cámaras, sensores y armas automáticas sofisticadas. El exceso de confianza, la complacencia y la dependencia excesiva de Israel en la tecnología, así como el hecho de que el 7 de octubre fuera una festividad judía, fueron factores decisivos en su derrota ese día.
Y la capacidad de Hamás de mantener sus planes en secreto, a pesar de los varios cientos de combatientes que debieron haber sido informados, fue un duro golpe al orgullo israelí por su inteligencia humana sobre el terreno en Gaza.
El mundo árabe sigue adelante, a pesar de los palestinos
Netanyahu ha recibido elogios por su acercamiento al mundo árabe, que comparte las profundas preocupaciones de Israel sobre Irán: su programa nuclear, su patrocinio de grupos terroristas como Hamás y Hezbolá y sus ambiciones de ser una hegemonía en la región.
Con el apoyo y la mediación de Estados Unidos, Netanyahu firmó los Acuerdos de Abraham en 2020 con Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos, normalizando las relaciones. Posteriormente Marruecos y Sudán también firmaron.
De manera más ambiciosa, Israel y Estados Unidos han estado negociando con Arabia Saudita, el país árabe clave, la normalización con Israel a cambio de un tratado de defensa mutua con Washington y cierta asistencia en tecnología nuclear civil.
Pero nunca ha estado claro qué recibirían los palestinos a cambio. En Israel se suponía que estos Estados árabes reconocían ahora a Israel como un hecho indestructible en la región y una fuente de negocios, tecnología y comercio, y que ya no consideraban la difícil situación de los palestinos como un obstáculo importante.
Los funcionarios sauditas habían expresado su frustración porque Israel parecía no estar dispuesto a otorgar más concesiones a los palestinos, especialmente cuando aumentaron las tensiones en la ocupada Cisjordania por el aumento de los asentamientos israelíes y el trato a los aldeanos allí. Pero el príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabia Saudita dijo en septiembre: “Cada día nos acercamos más”.
No más. Ahora que Irán afirma que Teherán, con sus clientes Hamás, Hezbolá y la Jihad Islámica Palestina, tiene un “eje de resistencia” que es el verdadero defensor de los palestinos, esas conversaciones se han suspendido y Arabia Saudita está hablando nuevamente con Irán.
Estados Unidos puede ignorar el Medio Oriente
Desde hace muchos años, Estados Unidos ha manifestado de boca para afuera su compromiso con una solución de dos Estados y su condena del crecimiento de los asentamientos israelíes en la ocupada Cisjordania. Ayudó a mediar en los Acuerdos de Abraham durante la presidencia de Donald J. Trump y se centró en Arabia Saudita y el Golfo, pero los palestinos fueron considerados un tema secundario.
Mucho más importante para Washington ha sido China y el Indo-Pacífico, y desde hace dos años, la invasión rusa de Ucrania y la necesidad de movilizar a la OTAN contra Moscú.
Sin embargo, el presidente Joe Biden se ha lanzado de nuevo a la región con su apoyo absoluto a Israel y su esfuerzo por mantener la fe en los países árabes amenazados por Irán y sus filiales. Y después de esta guerra, cuando llegue, Estados Unidos será considerado la única potencia capaz de proporcionar un nuevo paradigma para la paz.
“Biden tiene ahora la legitimidad para presentar un plan para el futuro”, dijo Akiva Eldar, un analista israelí. "Netanyahu necesita que Estados Unidos lidere".

viernes, 20 de octubre de 2023

Arriba y abajo. Cielo e infierno


Cuando Sidney Powell, una importante aliada del expresidente Donald Trump, se declaró culpable el jueves de delitos asociados con las elecciones de 2020, los abogados de muchos acusados del 6 de enero quedaron atónitos por su sentencia extremadamente leve: seis años de libertad condicional y una modesta multa.Durante un tiempo, esos abogados (y algunos jueces) vienen lamentado que los miles de personas que irrumpieron en el Capitolio fueron utilizados como peones y embaucados por Trump, Powell y sus asociados, en un intento por subvertir las elecciones, informa Politico.
De modo que el acuerdo de culpabilidad de Powell, mientras constituye la primera prueba de aceptación de responsabilidad del círculo íntimo de Trump, como castigo palidece en comparación con algunos de los condenados de bajo nivel que ingresaron al Capitolio ese día y ahora enfrentan consecuencias que pueden perseguirlos de por vida, según señalaron los abogados defensores de estos.
“Atónito es sin duda una descripción apropiada teniendo en cuenta las sentencias impuestas contra otros que creyeron las mentiras difundidas por Donald Trump, Sidney Powell y otros”, dijo Bjorn Brunvand, cuyo cliente Robert Palmer fue sentenciado por la jueza Tanya Chutkan a 63 meses de prisión por agredir a agentes en el Capitolio. “Las reglas que todos compartimos no se aplican equitativamente a todos. Con frecuencia, se hacen tratos con los participantes de más alto rango en conspiraciones criminales, mientras que los peones reciben las sentencias más graves”.
La leve sentencia de Powell parece ser la consecuencia de un aparente acuerdo de cooperación a la que la abogada llegó con los fiscales. Otro aliado cercano de Trump, Kenneth Chesebro, obtuvo un acuerdo similar el viernes, que le permitirá evitar la prisión. (Brunvand y otros abogados de los acusados del 6 de enero hablaron con Politico antes de que surgiera la noticia de la declaración de Chesebro).
Chesebro, coacusado en el proceso que le sigue Trump, se declaró culpable de fraude electoral
Tanto Powell como Chesebro brindaron declaraciones a los fiscales y prometieron testificar en nombre del gobierno en el caso de extorsión en el condado de Fulton, Georgia, donde los fiscales acusan a Trump y a otras 18 personas de conspirar para subvertir las elecciones de 2020. 
No está claro si Powell o Chesebro testificarán contra el propio Trump, pero estuvieron entre sus asesores más cercanos en las últimas y frenéticas semanas de su presidencia, mientras sus esfuerzos por anular las elecciones se volvían cada vez más desesperados. Sus testimonios podría ofrecer relatos de primera mano que brinden a los jurados una visión incomparable de la mentalidad de Trump.
La fiscal de distrito Fani Willis acusó inicialmente a Powell de siete delitos graves, incluidos extorsión y conspiración para cometer fraude electoral, por su participación en un intento de acceder ilegalmente a equipos de votación en el condado de Coffee, Georgia. Powell inicialmente negó los cargos y luchó para que los desestimaran, pero su acuerdo de declaración de culpabilidad incluye la admisión de muchos de los hechos alegados por los fiscales. Al final, se declaró culpable de seis delitos menores, que serán borrados de su historial según las políticas de “primer delincuente” de Georgia, siempre y cuando no cometa delitos adicionales en el futuro cercano.
El abogado de Powell, Brian Rafferty, y un portavoz de Willis no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Los abogados de varios acusados del 6 de enero dijeron a Politico que parecía incongruente que los “soldados de infantería” enfrentaran penas elevadas, que a menudo incluían penas de cárcel, mientras que a Powell, uno de los arquitectos del esfuerzo para anular las elecciones, se le permitía negociar un acuerdo de culpabilidad por un delito menor.
“Esto es enfermizo y escandaloso”, dijo Carmen Hernández, abogada defensora entre cuyos antiguos clientes se encuentra Zachary Rehl, miembro del grupo Proud Boys de Filadelfia. “Hay acusados del 6 de enero (J6) sin antecedentes que están  cumpliendo condena en prisión… Es obsceno dado que ella era una abogada destacada y una de las líderes y más ruidosas de las tonterías de las ‘elecciones robadas’”.
Rehl, que fue sentenciado a 15 años de prisión después de que un jurado lo declarara culpable de conspiración sediciosa en mayo, citó a Powell (y su promesa de “liberar al Kraken [una referencia al mitológico monstruo]” mientras intentaba anular los resultados electorales en los tribunales en su discurso social. 
Norm Pattis, que representa a Joseph Biggs, miembro de los Proud Boys de Florida y al locutor de InfoWars Owen Shroyerm en los casos penales del 6 de enero, dijo que simplemente no le agradaba ver a Powell recibir un castigo leve. 
“Powell debe haberle ofrecido mucho a [la fiscalía de] Georgia por este acuerdo. Mientras tanto, los acusados ordinarios del 6 de enero, que la escucharon, reciben sentencias severas”, dijo Pattis. “Nada de esto promueve el respeto a la ley”.
Biggs, uno de los coacusados en el proceso a Rehl, fue sentenciado el mes pasado a 17 años de prisión por conspiración sediciosa y otras condenas por delitos graves. Shroyer, quien se declaró culpable de un solo delito menor, fue sentenciado recientemente a 60 días de prisión.
Otros abogados defensores del 6 de enero, sin embargo, dijeron que no es sorprendente que la cooperación de Powell fuera una “ballena blanca” para los fiscales. Su cooperación podría remodelar el cálculo de muchos de los otros coacusados de Trump, dotar a los fiscales de nuevas y explosivas pruebas e incluso influir en la investigación en curso del fiscal especial Jack Smith, en la que Powell ha sido identificado como una coconspiradora aún sin cargos.
Powell, dicen, simplemente tiene algo que ofrecer que la mayoría de los acusados del 6 de enero no tienen.
“Realmente querían su cooperación. Será una testigo explosivamente útil”, dijo Gene Rossi, quien representa a William Isaacs, un acusado del 6 de enero que se unió a los miembros de Oath Keepers en el Capitolio. "Si yo fuera el fiscal del estado, no podría pedir un mejor... cooperador que testifique contra el presidente Trump y los demás que el abogado que iba a ser el fiscal especial para la investigación de ‘detener el robo [electoral]’”.
Rossi señaló que el acuerdo de Powell también envía una señal a otros coacusados de Trump “de que si llegas temprano, obtendrás las mejores ofertas. Si esperas hasta el final, te golpearán”.
Tanto Weinberg como Rossi hicieron referencia al acuerdo de cooperación que Sammy ‘el Toro’ Gravano alcanzó con el gobierno para testificar contra el mafioso John Gotti, incluso después de confesar su participación en 19 asesinatos.
“No comparo a Trump con Gotti”, dijo Weinberg, “pero si el gobierno te quiere, te atrapará”.
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A la tercera va de vencido, de nuevo


El representante Jim Jordan (republicano por Ohio) no logró por tercera vez el viernes por la mañana ganar las elecciones como presidente de la Cámara de Representantes, dejando a su partido sin consenso sobre el camino a seguir y a la cámara paralizada ante la creciente presión para volver a trabajar, informa The New York Times.
Jordan había seguido adelante con la votación a pesar de las claras señales de que se quedaría corto, y el resultado mostró que en realidad había perdido terreno, con 25 republicanos en su oposición en comparación con los 22 que votaron en contra de él en su último intento el miércoles. Necesitando 215 votos para ganar, recibió 194.
Tres republicanos de distritos indecisos ganados por el presidente Biden (el representante Marc Molinaro por Nueva York, el representante Brian Fitzpatrick por Pensilvania y el representante Tom Kean por Nueva Jersey) abandonaron a Jordan después de apoyarlo anteriormente.
Lo que sucederá a continuación no está claro.
No hay consenso entre los republicanos sobre un candidato alternativo a Jordan, quien aún no ha mostrado ninguna inclinación a abandonar la carrera. Se han desvanecido las esperanzas de una solución temporal que le daría al representante Patrick T. McHenry por Carolina del Norte, quien actúa como presidente interino, la autoridad para dirigir la Cámara durante unos meses. Las divisiones ideológicas y personales que han estallado en los últimos días no dan señales de disminuir.
La interminable discordia entre los republicanos de la Cámara solo pareció tener más consecuencias aún, cuando el presidente Biden pidió al Congreso que aprobara un paquete de $105.000 millones, que proporcionaría asistencia de seguridad a Ucrania e Israel en medio de los conflictos bélicos en ambas regiones, y al mismo tiempo daría más dinero a Taiwán y una infusión de fondos. para ayudar a disuadir la migración a través de la frontera con México.
La Cámara ha estado sumida en un estado de caos durante 18 días después de que los rebeldes de extrema derecha derrocaran al presidente Kevin McCarthy. El candidato inicial de la conferencia republicana para sucederlo, el representante Steve Scalise de Luisiana, no logró reunir suficiente apoyo para seguir adelante. Luego, Jordan recibió la nominación de su partido para ser presidente de la Cámara, pero no logró ganar el puesto en las votaciones del pleno del martes y miércoles.
Hablando en una breve conferencia de prensa en el Capitolio antes de la votación, Jordan, cofundador del ultraconservador House Freedom Caucus, enfatizó la necesidad de que la Cámara elija un nuevo líder. para que el cuerpo legislativo pueda reanudar sus actividades, incluida la prestación de asistencia a Israel en su respuesta a los ataques de Hamás.
“Necesitamos ponernos a trabajar para el pueblo estadounidense”, dijo, y agregó: “Necesitamos conseguir un presidente lo antes posible”.
El jueves, los republicanos rechazaron un plan presentado por legisladores centristas de ambos partidos que daría temporalmente a McHenry poder explícito para llevar a cabo asuntos legislativos. Jordan respaldó ese plan por un tiempo el jueves, solo para revertir el rumbo ante la furiosa oposición de la base republicana.

Judíos progresistas se sienten traicionados por la izquierda de EE. UU.


Los judíos progresistas que llevan años apoyando la equidad racial, los derechos de los homosexuales y transgéneros, el derecho al aborto y otras causas de la izquierda estadounidense (incluida la oposición a las políticas israelíes en Gaza y Cisjordania) de repente se sienten abandonados por aquellos a quienes durante mucho tiempo consideraron aliados. 
Este cambio en tiempos de guerra representa una ruptura fundamental dentro de una coalición liberal que durante mucho tiempo ha impulsado al Partido Demócrata, escriben Jennifer Medina y Lisa Lerer en The New York Times.
En Los Ángeles, la rabina Sharon Brous, una conocida activista progresista que critica regularmente al gobierno israelí, describió desde el púlpito su horror y sus sentimientos de “soledad existencial”, con la voz quebrada. 
“El mensaje claro de muchas personas en el mundo, especialmente de nuestro mundo, aquellos que dicen preocuparse más por la justicia y la dignidad humana, es que estas víctimas israelíes de alguna manera merecían este terrible destino”, señaló Brous.
En Atlanta, una madre judía involucrada en la política local escribió una carta abierta lamentando que la escuela privada progresista de su hijo no hubiera abordado los ataques en Israel con el mismo tipo de empatía que mostró después de los asesinatos locales de estadounidenses de origen asiático. “¿Nuestra gente está masacrada y nadie habla de ello?”, escribió. "No sé si estoy furiosa o simplemente triste".
Y mientras los ataques de Hamás en Israel todavía estaban en marcha, los líderes de la organización New Israel Fund (Fondo Nuevo Israel), que apoya a grupos progresistas israelíes y palestinos, respondieron a los llamados de partidarios estadounidenses exigiendo que la organización etiquetara a Israel como un “Estado de apartheid”, incluso mientras esperaban saber si colegas de otra organización, escondidos en refugios antiaéreos israelíes, habían sido asesinados.
Muchos de los comentarios más incendiarios llegaron en las redes sociales, de grupos progresistas que respondieron inmediatamente después de la masacre de civiles israelíes saltándose incluso un momento de duelo y, en cambio, actuaron de inmediato para tratar de justificar el ataque.
“Cuando un pueblo ha estado sujeto a décadas de apartheid y violencia inimaginable, su resistencia no debe ser condenada, sino entendida como un acto desesperado de autodefensa”, publicó Black Lives Matter Los Ángeles en Facebook, en su primera respuesta al ataque. 
Un grupo de derechos reproductivos criticó duramente la “ocupación sionista”, diciendo que el gobierno israelí negó “a los palestinos el control sobre sus cuerpos” y que “no puede haber justicia, paz o libertad reproductiva bajo la ocupación colonial”.
Varias organizaciones socialistas de todo el país no condenaron directamente los asesinatos cometidos por Hamás.
Muchas protestas han incluido cánticos de “Del río al mar, Palestina será libre”, un lema que no deja lugar para que exista el Estado de Israel en su propia tierra.
Desde listas de correo electrónico de grupos judíos progresistas hasta protestas en campus universitarios y campañas en las redes sociales de prominentes celebridades judías liberales como Sarah Silverman, la guerra está llevando a un punto crítico más de una década de tensiones sobre Israel en la izquierda estadounidense.
Entrevistas con docenas de líderes y votantes judíos liberales, y una revisión de publicaciones en redes sociales, correos electrónicos privados y cadenas de texto de grupos judíos liberales, revelan una franja políticamente comprometida de judíos estadounidenses que están llegando a un punto de ruptura. Durante mucho tiempo se han opuesto a la ocupación de Cisjordania y Gaza por parte del gobierno israelí, han apoyado una solución de dos Estados y han protestado contra el gobierno de derecha de Benjamín Netanyahu.
Pero en los ataques de Hamas, muchos vieron una amenaza existencial, que evocaba recuerdos del Holocausto y generaciones de antisemitismo, y provocaba ansiedad sobre si podrían enfrentar ataques en Estados Unidos. Y quedaron desconcertados al descubrir que muchos de sus aliados ideológicos no solo no percibieron las mismas amenazas sino que también los vieron como opresores dignos de culpa.
“Estoy en un estado de desesperación tal; en mi generación, nos advirtieron lo rápido que la gente se volvería contra nosotros y simplemente pensamos que no habría manera”, dijo Nick Melvoin, de 38 años, miembro de la Junta Escolar Unificada de Los Ángeles, quien está ahora se postula para el Congreso y guarda una fotografía enmarcada del rabino Abraham Joshua Heschel marchando con el reverendo Dr. Martin Luther King Jr. en su oficina. “Ahora vemos que esto sucede así: cuando deshumanizas al grupo. Este adoctrinamiento del que muchos de nosotros hemos sido advertidos nos golpea como una tonelada de ladrillos”.
Los episodios más estremecedores han ocurrido en campus universitarios o en las redes sociales, donde las declaraciones de pequeñas organizaciones se han amplificado en todo el mundo. Pero durante un conflicto mundial, esas declaraciones han adquirido un estatus totémico, aumentando los temores de que sean un precursor de un cambio más traicionero y duradero en la posición de los judíos en Estados Unidos.
Eric Spiegelman, abogado y productor de podcasts en Los Ángeles que ha formado parte de juntas municipales, se mostró furioso por la protesta en la ciudad de Nueva York promovida por los Socialistas Democráticos de América (DSA) tras el ataque. Envió cientos de cartas a funcionarios de la ciudad de Los Ángeles instándolos a denunciar a la organización y etiquetarla como “grupo de odio”. La DSA, desde entonces, se ha retirado de la protesta y se disculpó “por no hacer explícitos nuestros valores”.
“Es como si perteneciera a esta organización política que cree en tres cosas: vivienda asequible, aumento del salario mínimo y el asesinato en masa de judíos”, dijo Spiegelman, con la voz llena de sarcasmo mientras condenaba a los líderes locales afiliados. con el grupo. “¡Dos de tres no está mal!”.
Ahora que el presidente Joe Biden ha hecho una muestra personal de apoyo a través de una visita sin precedentes a Israel en tiempos de guerra esta semana (y ha prometido al país miles de millones en ayuda), el tradicional apoyo demócrata a Israel no está en duda. La crisis ha unificado en gran medida al establishment del Partido Demócrata, incluidos muchos funcionarios electos progresistas. Las encuestas realizadas desde los ataques indican un fuerte respaldo nacional a Israel, incluido un notable aumento en el apoyo entre los demócratas.
Aún así, han comenzado a surgir grietas dentro de la coalición demócrata. Los votantes más jóvenes y liberales siguen más centrados en la causa palestina que las generaciones mayores, una división que surgió en las últimas dos décadas y se aceleró durante la administración Trump. Entre ellos se encuentran muchos judíos estadounidenses que son mucho más críticos con Israel que sus antepasados y han acudido en masa a grupos como IfNotNow y Jewish Voice for Peace, que organizó una protesta en el Capitolio de Estados Unidos pidiendo un alto el fuego y acusó repetidamente a Israel de planear el genocidio en Gaza.
“Necesitamos recordar que cualquiera que deshumanice a los israelíes, con razón, no tiene representación en el gobierno de Estados Unidos, mientras que muchos funcionarios federales han estado deshumanizando a los palestinos durante décadas”, dijo en una entrevista Eva Borgwardt, directora política de IfNotNow.
Las actitudes hacia el lugar de los judíos en el firmamento progresista están entrelazadas con su comprensión de la raza y el poder en Estados Unidos. Más del 90 por ciento de los judíos estadounidenses son blancos y el país sigue estando entre los lugares más seguros del mundo para los judíos, a pesar de un aumento bien documentado de los incidentes antisemitas en los últimos años. Algunos judíos ven su seguridad como precaria, pero algunos de sus aliados se centran en sus privilegios.
Por el contrario, muchos activistas progresistas han expresado durante mucho tiempo afinidad e identificación con los palestinos, considerándolos un grupo minoritario cuya difícil situación es ignorada o desestimada por quienes tienen más poder.
“La izquierda no tiene el nivel de comprensión sofisticada del antisemitismo que necesitamos si queremos derrotar al nacionalismo blanco y al fascismo en este país”, dijo Joanna Ware, directora ejecutiva del Fondo de Liberación Judío, un grupo filantrópico creado en 2020. “Ha sido doloroso ver que algunas personas que considero amigos o camaradas parecen tener dificultades para sentir empatía con los israelíes y, por extensión, con los judíos en los Estados Unidos”.
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Caos y violencia


Cuando el representante Matt Gaetz se acercó a los micrófonos durante la reunión privada de tres horas del Partido Republicano de la Cámara de Representantes sobre la presidencia del jueves, el presidente al que derrocó rápidamente le gritó que “se sentara”.
Kevin McCarthy no fue el único republicano que desahogó su furia con Gaetz, el legislador ultraconservador de Florida que derrocó con éxito al líder de la Cámara. La sala recibió a Gaetz con abucheos, blasfemias y llamados a retroceder, según varios legisladores en la sala. Cuando Gaetz se negó, el representante Mike Bost (republicano por Illinois) se levantó y le gritó una orden que un republicano recordó como: “Si no te sientas, te derribaré”.
Parece que cada día sin un presidente trae consigo una nueva explosión de ira reprimida por parte del Partido Republicano de la Cámara de Representantes, que está atrapado en la desconcertante posición de controlar técnicamente una cámara del Congreso donde ni siquiera puede votar proyectos de ley. Por el momento, su última elección para presidente, el representante Jim Jordan (republicano por Ohio), no puede ganar el mazo en la sala y, aun así, no pondrá fin a su campaña, lo que impedirá que media docena o más de otros ambiciosos legisladores republicanos salten. en la contienda, informa Politico.
La incapacidad de los republicanos para elegir un nuevo líder es tan grave que el jueves discutieron sobre si debían otorgarle el control a un colega a quien no elegirían, solo para descartar esa idea horas más tarde. Esas conversaciones sobre elevar al representante Patrick McHenry (republicano por Carolina del Norte) rápidamente se volvieron desagradables cuando los conservadores acusaron a sus compañeros republicanos de buscar un acuerdo de poder compartido con los demócratas.
Lo que no se dijo: esos mismos conservadores se muestran reacios a abandonar la condenada candidatura de Jordan para no poner de relieve que su voz más influyente no pudo conseguir los votos.
Después de 16 días a la deriva, el jueves por la noche quedó claro que los republicanos de la Cámara de Representantes habían tocado fondo. Lo que comenzó como ataques en las redes sociales por su fallida batalla por la presidencia se ha convertido en temores reales por la seguridad de los miembros cuyas familias están recibiendo amenazas personales por su decisión de oponerse a Jordan.
Para empeorar las cosas, la implosión del impulso del empoderamiento de McHenry los deja sin un plan de respaldo. Y el rechazo de Jordan de las tácticas agresivas utilizadas contra sus escépticos no los conmovió en absoluto. Después de reunirse con algunos de los que se resistieron el jueves por la noche, Jordan no logró avances. En cambio, los miembros que se le oponían le instaron a abandonar.
Aun así, planea impulsar otra votación el viernes por la mañana.
Varios miembros de la conferencia, incluidos los representantes Nathaniel Moran (republicano por Texas), Lance Gooden (republicano por Texas) y Debbie Lesko (republicano por Arizona), presionaron a Jordan sobre cómo podría decidir permanecer en la carrera por el orador, incluida su decisión de no hacerlo. y al mismo tiempo respaldar un plan para empoderar a McHenry.
Durante la reunión del jueves, Moran presionó a Jordan sobre una promesa anterior hecha al Partido Republicano la semana pasada, de que dimitiría si no podía obtener 217 votos, lo que se ha vuelto cada vez más obvio.
"No obtuve una respuesta clara sobre cuándo podría estar dispuesto a hacer eso", dijo Moran en una breve entrevista.
Si bien la mayoría de los republicanos apoyan públicamente a Jordan, el representante Dan Crenshaw (republicano por Texas) sugirió que un coro más grande de legisladores está pidiendo en privado, o al menos deseando, que Jordan se retire.
“Mucha gente” quiere que Jordan ponga fin a su candidatura, añadió Crenshaw, describiéndose a sí mismo como agnóstico.
Gran parte de la frustración del Partido Republicano está dirigida a Gaetz y los otros siete republicanos que se unieron a los demócratas de la Cámara de Representantes para derrocar a McCarthy a principios de este mes, oponiéndose a una abrumadora mayoría de la conferencia del Partido Republicano.
“Si vas a volar un puente, será mejor que tengas otro que cruzar. Y esos ocho claramente no tenían otro que cruzar antes de volar este puente”, dijo el representante Mike Waltz (republicano por Florida).
Lo que alimenta aún más los sentimientos crudos son las amenazas personales que los legisladores y sus familias enfrentan ahora por la votación del presidente de la Cámara. El representante Drew Ferguson (R-Ga.) reveló a sus colegas el jueves que había colocado un policía en la escuela de su hija y agregó en un comunicado que los republicanos “no necesitan un matón como portavoz”.

jueves, 19 de octubre de 2023

De cómo tropezar dos veces con la misma piedra en Argentina, o Javier Milei y la dolarización

 

Aunque Latinoamérica es generosa, a la hora de mostrar ejemplos en este sentido, no deja asombrar hasta dónde puede llegar la estulticia de políticos y seguidores en la región.
Javier Milei, el libertario al que la prensa llama “la nueva estrella de la política argentina” y los sondeos lo colocan en primer lugar, a distancia de sus rivales, para ganar las elecciones presidenciales del domingo en Argentina, quiere “dolarizar” la economía del país.
En los debates presidenciales, Milei no habló tan en concreto de dolarización, incluso evitó mencionar la palabra, sobre todo en el primero, pero sus planes dejan claro que, de ser electo, liquidará el Banco Central y —según sus asesores— lograr que en 16 meses todos los pesos se canjeen por dólares.  
En Argentina, un grupo de economistas de renombre aseguraron en una carta abierta que “la dolarización es un espejismo”, según infobae.
Los economistas señalaron que, en primer lugar, “hay obstáculos insalvables para la adopción” del dólar como única moneda de curso legal, entre ellos mencionaron la falta de las divisas necesarias para rescatar la base monetaria y “ofrecer un respaldo razonable a los depósitos bancarios”.
Alertaron también que implementar este sistema es algo “difícilmente reversible por sus elevados costos de salida” y agregaron: “Aun más que en el caso de la salida de la Convertibilidad, la eventual eliminación del dólar como patrón y unidad de cuenta en favor de la reintroducción del peso implicaría la ruptura de toda la estructura contractual de la economía”.
El sueño de la dolarización es una idea recurrente cada vez que se agudiza una crisis macroeconómica y cambiaria en la Argentina. Ocurrió a fines de los 90, en pleno 2001 y ahora resucita por la crítica situación actual y por la propuesta de Milei, nos recuerda infobae.
La mayoría de los países latinoamericanos que en aquel entonces sufrían circunstancias de alta inflación, lograron dejarlas atrás con mejor conducta fiscal, bancos centrales más independientes y sin rupturas brutales en los esquemas macro aunque hayan pasado de gobiernos de izquierda a derecha, o viceversa.
En Argentina, los beneficios teóricos de la dolarización parecían claros: caída rápida en la inflación, en las tasas de interés y en el costo de las transacciones financieras.
Además de que el gobierno de Estados Unidos — como tampoco el Congreso de ese país— no apoyó la idea de la dolarización en Argentina propugnada por los asesores del peronista Carlos Menem, estaba también presente el recuerdo de que Panamá —el primer país latinoamericano en dolarizar su economía en forma unilateral— había sufrido el abrupto corte del envío de los billetes norteamericanos cuando el gobierno de George Bush decidió derrotar con sus tropas al presidente Manuel Noriega en n1989, un ex aliado incondicional de la CIA que terminó preso en Florida acusado de narcotráfico.
Sin embargo, más que recordar su pasado Argentina mira a Ecuador.
Ecuador es el país más cercano a Argentina que está dolarizado y es regularmente utilizado de ejemplo por quienes plantean esta solución para la economía nacional, informa Ámbito.
La dolarización de la economía ecuatoriana fue una medida implementada en el año 2000 por el gobierno de Jamil Mahuad. Esta medida consistió en reemplazar el sucre por el dólar estadounidense como moneda de curso legal. La dolarización tuvo como objetivo estabilizar la economía y reducir la inflación, tras una severa crisis.
Gabriel Puricelli, Investigador del Laboratorio de Políticas Públicas (LPP) explica a Ámbito que uno de los efectos inmediatos de la dolarización fue que sí resolvió la crisis financiera de 1999 y “acabó con la inflación” de manera inmediata.
Sin embargo, Guido Zack, director del área de economía de Fundar, señala, en declaraciones a Ámbito, al año de haberse implementado la dolarización, la economía ecuatoriana seguía teniendo un nivel de incremento de precios del 100% interanual.
Zack explica que Ecuador siguió teniendo problemas económicos muy serios, como, un déficit fiscal muy elevado, "lo que claramente tuvo que financiar con una elevada deuda externa", que se tornó impagable y, por lo tanto, tuvo que renegociarla en 2020.
Y, además —Zack sostiene—, se debe tener en cuenta que después de Argentina, Ecuador es el “país que tiene el nivel de riesgo país más elevado en América Latina”, seguido por El Salvador, “otra nación dolarizada”, seguido por Bolivia, un país que, si bien no está dolarizado, sí tiene un tipo de cambio fijo hace más de 10 años.
“Esto significa que la dolarización tampoco es la solución a todos los males”, agrega el experto
Zack sostiene que “ese proceso afectó la economía ecuatoriana de manera muy fuerte y no solucionó sus problemas principales”, sino que la convirtió en una economía dependiente del precio del petróleo, que, cuando baja, la hace caer.
Tal como plantea Puricelli, entre 2000 y 2014, el boom del precio de las commodities, en particular el petróleo, llevó a un crecimiento del PBI per cápita en Ecuador. Sin embargo, sostiene que ese crecimiento ahora lleva “nueve años estancado”, por lo que podría decirse que “la dolarización agotó sus efectos benéficos hace casi una década”.
 

La comezón del exilio revisitada

A veces en el exilio a uno le entra una especie de comezón, natural y al mismo tiempo extraña: comienza a manifestar un anticastrismo elemen...